La marca Callaghan ha sido una referencia en el sector del calzado desde su creación como una empresa familiar hacia 1968, cuando Basilio García Perez-Aradros, un apasionado del calzado con un fuerte espíritu emprendedor, fundó en Arnedo – La Rioja – Grupo Hergar. ¿El objetivo? Crear productos distintivos por su calidad, que combinen lo mejor de la tradición artesanal en la fabricación del calzado con las más modernas técnicas de elaboración.
Ese espíritu es el que fomentó que en 1978 el grupo lanzase Tanke, una línea inspirada en botas de caza fabricadas con pieles 100% impermeables de calidad superior y cosidas a mano. Su resistencia y durabilidad, junto con su impecable acabado, las convirtió en un éxito comercial.
Primeros pasos y características del calzado Callaghan
A finales del siglo XX, ya entrada la década de los 90, Callaghan dio un impulso gracias a la adquisición de la marca Gorila, especializada en la fabricación de calzado de gran durabilidad.
Eso llevó a que Callaghan, que se había especializado en la fabricación de calzado de estilo vaquero, lanzase el primer calzado náutico con una novedosa tecnología patentada de cámara de aire bajo el nombre Náutico Over. Automáticamente, Callaghan pasó a ser la marca líder en ventas de náuticos en España.
Ese proceso de innovación continuó en los años posteriores hasta patentar la tecnología Callaghan Adaptaction en 2004, que permitía que el zapato se adaptase al aire para ofrecer realmente a cada usuario el nivel de comodidad que necesita. Eso hizo que Callaghan fuese un fabricante de calzado de proyección internacional.
A día de hoy, Callaghan es una firma que mantiene el mismo espíritu emprendedor y que prosigue su búsqueda de la innovación en la elaboración de calzado.
¿Cómo se limpian los zapatos de piel Callaghan?
Callaghan es una marca que siempre ha apostado por seleccionar cuidadosamente los materiales con los que elabora sus zapatos. El principal material empleado para su confección ha sido la piel de primera calidad, por lo que, para limpiar unos zapatos Callaghan, siempre tendremos que seguir las instrucciones para mantener este material en condiciones óptimas. Entonces, ¿cómo limpiar unos zapatos Callaghan correctamente sin dañarlos?
Si no sabes cómo limpiar unos zapatos de piel de Callaghan, lo más recomendable es que optes por adquirir productos específicos para el cuidado del calzado de la firma. La propia Callaghan comercializa sus propios limpiadores para zapatos, aptos para distintos modelos.
Se trata de los mismos productos que desde la firma utilizan para proporcionar ese acabado impecable a sus calzados al salir de fábrica, por lo que su idoneidad está más que asegurada.
Estos productos de Callaghan nutren y cuidan la piel del calzado. Aunque existen en el mercado múltiples productos para nutrir y cuidar la piel, es esta crema elaborada por la propia Callaghan la que se emplea para el cuidado de la piel y proporcionar a sus zapatos el mejor acabado.
La fórmula emplea varios ingredientes en proporciones variables, siendo el agua destilada el más abundante (59%). Contiene, además, ceras sintéticas (20%), ceras naturales (5%), resinas acrílicas (8%), espesantes (4%), aromas (3%) y conservantes (1%).
Para utilizar este producto, no hay más que retirar previamente el polvo acumulado en toda la superficie del zapato con un paño seco. Cerciórate de que no quedan restos de polvo incrustado en los bordes y que no hay acumulaciones de restos en zonas donde vayas a aplicar la crema limpiadora.
Ten en cuenta que la piel es un material delicado que debe mimarse y ser mantenido con el paso del tiempo. Lo mejor siempre es recurrir a productos elaborados por el propio fabricante para tener la seguridad de que se está utilizando una crema totalmente compatible con los materiales empleados en el calzado, garantizando los mejores resultados.
Recomendaciones generales para no estropear los zapatos Callaghan al limpiarlos
En realidad, indistintamente del producto que utilices para cuidar y mantener la piel de tus zapatos, si no sabes cómo limpiar tus zapatos Callaghan debes seguir los siguientes pasos:
- Retira el polvo. De nada va a servir aplicar un producto buenísimo para cuidar de la piel de los zapatos si los restos de suciedad van a quedarse esparcidos por toda la superficie. Lo primero que debes hacer es retirar el polvo con un paño seco, de modo que al aplicar la crema protectora solo tengas que preocuparte por repartirla por toda la superficie del zapato.
- Aplica el producto de manera dosificada. Es importante que utilices la cantidad justa de crema para no crear una textura demasiado pegajosa sobre el zapato. Además, debes asegurarte de que esté repartida de manera uniforme, así el resultado será mucho mejor.
- Esparce el producto. Y hazlo con suavidad. La piel puede deshidratarse e incluso cuartearse en los zapatos más viejos, por lo que es esencial que utilices un paño (distinto al que has usado para retirar el polvo) para hacer que la crema quede perfectamente esparcida.
- Asegúrate de que no queden grumos. Utilizar demasiada cantidad de crema o no repartirla con la debida delicadeza como para que quede una fina capa sobre toda la superficie del zapato puede provocar que, durante el secado, se creen pequeños grumos que pueden crear situaciones incómodas al entrar en contacto con las manos. Por ejemplo, pueden causar que el zapato se resbale o que vuelva a ensuciarse con nuestras propias marcas.
- Deja que se seque. Tras su aplicación, es primordial que la crema se seque y que la piel se nutra por completo. Para ello, es muy importante dejarla secar, de modo que las propiedades hidratantes del producto aplicado surtan efecto sobre el zapato. Tras su secado, se podrán utilizar nuevamente y estarán en un estado óptimo.
