Cómo limpiar zapatos Fluchos

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Fluchos es una de las marcas de referencia nacida en la década de los 60 del siglo pasado. Desde siempre se ha dedicado a crear calzado deportivo de la mejor calidad, y cuidarlo es una responsabilidad para poder gozar siempre de sus prestaciones y de un nivel de comodidad óptimo.

Si quieres saber cómo limpiar tus Fluchos, es necesario seguir una serie de recomendaciones para que el resultado sea el buscado y tu calzado no se dañe en el proceso.

Qué hacen tan especiales a unos zapatos Fluchos

Fluchos es una marca creada en los años 60 que desde el principio mantuvo su carácter familiar. Eso repercute positivamente en la forma en la que su equipo confecciona el calzado, dado que Fluchos es una marca especializada en el diseño de zapatos de caballero cosidos a mano.

Esa artesanía, que dejaba una huella indudablemente característica en cada uno de sus modelos, proporcionaba una sensación única en su calzado, que mantenía la textura genuina de los materiales empleados, dando buena cuenta de la calidad que atesoraba cada una de las materias primas utilizadas en los zapatos.

¿Por qué te contamos esto? Porque los botines Fluchos se deben limpiar, así como los zapatos y el resto de calzado que lleva el sello de la firma española, con sumo cuidado para mantener las características tras la limpieza.

No está recomendado en absoluto el uso de productos químicos no autorizados, ni tampoco aquellos que no cuenten con el visto bueno del fabricante. Al ser un calzado tan especial, con unas propiedades tan singulares, hace que sea prácticamente obligatorio seguir a pies juntillas una serie de recomendaciones a fin de saber limpiar unos zapatos Fluchos adecuadamente, sin que su estética ni sus propiedades queden alteradas.

Cómo limpiar unos zapatos Fluchos, paso a paso

Aunque cada calzado es un mundo y siempre existen particularidades que hay que tener en cuenta cuando hablamos de limpiar adecuadamente unos zapatos, unas botas o incluso unas sandalias, lo cierto es que hay una serie de pasos que no nos podemos saltar ni con el calzado más sensible o delicado, y cuya ejecución resulta fundamental para que el resultado sea el esperado.

Antes que nada, para limpiar cualquiera de los zapatos de nuestro catálogo de Fluchos es recomendable que estos se encuentren en unas condiciones óptimas de conservación, y que no hayan sido expuestos a la intemperie, al polvo ni a la suciedad del ambiente.

Para eso, lo mejor es guardarlos en su caja original, a la sombra, y siempre con los elementos que traía de fábrica.

Eso permitirá al calzado mantener su forma original, evitando malformaciones o alteraciones en su diseño. Mientras que en los tradicionales zapatos de cuero era siempre primordial mantener la horma para que conservasen su forma por defecto, en el caso del calzado más moderno de Fluchos es importante no retirar esos accesorios para que puedan siempre mantener su diseño sin alteraciones.

A la hora de utilizar cepillos, cremas y productos para el cuidado y el mantenimiento de los zapatos, es altamente recomendable que se trate de productos de referencia, aplicarlos en su justa medida y que cuenten con el aval de los principales fabricantes para tener la seguridad de que su composición no daña su superficie. 

Además, es altamente aconsejable echar un vistazo a las recomendaciones de los especialistas incluidas en los envases para identificar algunas incompatibilidades antes de aplicar los productos sobre tus zapatos, zapatillas, sandalias o botines Fluchos, que se tendrán que limpiar siguiendo las recomendaciones del propio fabricante.

Si quieres saber cómo limpiar tus zapatos Fluchos de la manera adecuada, lo primero que tienes que hacer es identificar el material empleado para su confección y, de este modo, acertar con la selección de los productos a utilizar.

Buena parte del calzado de Fluchos está fabricado con nobuk. Es un material que requiere de una atención especial, porque puede estropearse con suma facilidad. Para limpiarlo, es importante identificar qué tipo de mancha es y seleccionar el producto adecuado.

Pero antes de aplicar el producto de limpieza en cuestión hay que retirar los cordones y quitar el polvo. En el calzado se suele acumular una cantidad de polvo tremenda, así que es importante utilizar un cepillo a contrapelo para que todo el polvo quede fuera del calzado.

Después hay que aplicar un paño húmedo haciendo movimientos circulares con la mano (hay que evitar a toda costa meterlos en la lavadora). Para el secado, nada mejor que dejarlos al aire libre pero siempre a la sombra, ya que el sol puede deteriorar el material y afectar a su color.

Los zapatos de tejido de Fluchos deben lavarse con jabón neutro. Hay que frotar a la vieja usanza con un paño limpio, pero sin empapar el tejido. Y, al igual que con el nobuk, nunca meterlos en la lavadora.

Para los zapatos de cuero, es importante utilizar un paño seco para retirar los restos de suciedad que haya podido quedar incrustada en la superficie del zapato. También es importante utilizar cremas incoloras, nunca betún, ya que puede alterar el cuero y deteriorarlo. 

Si hubiese alguna mancha especialmente intensa sobre el cuero, podría emplearse un paño limpio y frotar con una pequeña cantidad de jabón neutro, dejando secar después los zapatos a la sombra.

Por último, para aquellos zapatos de piel engrasada que presenten un aspecto envejecido, lo mejor es emplear la propia grasa del zapato y, con un paño seco, frotar de manera continua. Esto permitirá al calzado recuperar su color y brillo genuinos sin que queden restos de suciedad ni síntomas de desgaste en su superficie.