Cómo limpiar las botas de montaña correctamente

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El mantenimiento y el cuidado de las botas de montaña es esencial para garantizar que mantienen un nivel óptimo de confort durante su uso. Mantenerlas limpias y libres de residuos es fundamental para poder utilizarlas sin riesgos en cualquier expedición o salida por el monte que quieras hacer, pero para lograr unos mejores resultados es importante utilizar materiales adecuados y productos específicamente diseñados para su uso en este tipo de calzado.

Si quieres saber cómo limpiar adecuadamente tus botas de montaña, sigue leyendo porque vamos a contarte qué tienes que hacer para conservarlas en perfectas condiciones.

El primer paso: el secado de las botas

Es habitual que en tus salidas por la montaña te encuentres con charcos o ríos que hagan que tengas que atravesar terrenos húmedos o mojados, por eso es tan importante que tus botas de montaña cuenten con una membrana Gore-Tex, que gracias a sus propiedades hidrófobas repelen el agua y mantienen los tejidos de tus botas a salvo de sus efectos.

Sin embargo, el agua a menudo trae consigo residuos y restos naturalmente presentes en la montaña y se pueden quedar adheridos a la superficie de tu bota. Para retirar estos restos con la máxima eficacia, es importante que seques completamente la zapatilla para poder proceder a la retirada de la suciedad depositada.

Para que se sequen adecuadamente las botas que has usado para ir a la montaña, estas deben estar siempre en entornos al aire libre, lejos de espacios cerrados o fuentes de calor. Es común utilizar bolsas de plástico para guardar las botas de montaña una vez finalizada la escapada, un error de bulto que impide que las botas se sequen como deben. Dejarlas al aire libre es lo mejor para que los restos de agua desaparezcan por sí solos.

Limpiar tus botas de montaña te resultará mucho más fácil si antes del secado retiras los cordones y las plantillas, ya que esto acelerará el proceso de secado.

Es altamente recomendable que no se coloquen las botas cerca de fuentes de calor, como estufas o chimeneas, dado que los materiales pueden sufrir daños por la exposición excesiva a las altas temperaturas. Materiales como el cuero son sensibles a los choques térmicos, pudiendo además debilitar los adhesivos y perdiendo la bota, por tanto, el nivel de resistencia y confort que le caracteriza.

Cómo limpiar tus botas de montaña adecuadamente

Quieras o no, el barro es muy común en la montaña y con casi total seguridad tus botas quedarán impregnadas por él. Es importante limpiar tus botas cada vez que las utilices para retirar la suciedad y poder tenerlas listas para usar la próxima vez que vayas de escapada a la montaña, ya que así te aseguras de que no pierden sus propiedades al conservarse los materiales en perfecto estado.

Si no sabes cómo limpiar tus botas de montaña, es mejor que peques de conservador y que no experimentes con productos cuya idoneidad sea seguramente cuestionable. Lo primordial es utilizar un cepillo pequeño para retirar el barro. Si la suciedad se ha incrustado o se ha secado, echa mano de una pequeña cantidad de agua sobre el cepillo para humedecerlo y ayudar a que el barro salga con más facilidad, pero evita a toda costa el empleo de jabón u otros productos químicos que pueden dañar las fibras de tus botas de montaña.

Estos productos químicos suelen llevar aditivos que corroen la superficie de materiales como el cuero y pueden, a la larga, comprometer la capacidad hidrófoba de la bota, haciendo que pierdan su impermeabilidad.

Al igual que para el secado, para limpiar las botas de montaña lo mejor es que retires tanto cordones como plantillas, ya que así te será mucho más fácil eliminar la suciedad incrustada y podrás trabajar con cada elemento por separado para obtener mejores resultados. Cualquier piedra o resto de barro podrá ser eliminado con más facilidad que si decides limpiar la bota en su conjunto, ya que así lo más probable es que los restos de suciedad no desaparezcan del todo.

Puedes utilizar una aspiradora de mano si la bota está seca para retirar con más facilidad la suciedad acumulada tanto en el exterior como en el interior de la bota, ya que así evitas utilizar papeles absorbentes u otro tipo de tejidos que dejan residuos al ser aplicados de manera repetida. Por eso, lo mejor es que hagas uso de un pequeño dispositivo de aspiración, ahorrando tiempo y obteniendo resultados mucho más efectivos.

Si se diese el caso de que apareciese moho en tus zapatillas, puedes utilizar una mezcla de agua y vinagre (en una proporción de 80% – 20%, respectivamente) para eliminarlo de manera eficaz. Esta solución es aplicable también a aquellas zapatillas que cuentan con membrana hidrófoba y, de hecho, si no sabes cómo limpiar tus botas de montaña Gore-Tex, es una solución muy recomendable por su elevada impermeabilidad.

Trata de evitar siempre poner tus botas en la lavadora, ya que pueden deteriorarse o sufrir algún tipo de rasgadura o rotura, recortando su vida útil y pudiendo quedar dañadas de manera permanente.

Ten en cuenta que unas buenas botas de montaña pueden durar hasta más de 1.500 kilómetros, por lo que preservar la calidad de los materiales es una responsabilidad que puede permitirte amortizar por más tiempo la inversión en unas botas de montaña de calidad. Ten presente, también, hacerles un chequeo periódico completo, pues puede permitirte identificar algún daño sufrido en cualquiera de sus partes antes de que los desperfectos vayan a más, conservándolas en óptimas condiciones por más tiempo.